Luego de la reunión con Zelaya, la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, se pronunciará sobre el golpe de estado ocurrido en Honduras el pasado 28 de Junio. Fuente: Associated Press.
“La junta de golpistas integrada por los fuerzas oligárquicas y militares de Honduras está actuando como Israel, está asumiendo una actitud retadora ante la comunidad internacional, pero lo hacen porque Estados Unidos los apoya… nos gustaría escuchar a Washington en estos momentos que no dejan a Manuel Zelaya aterrizar en su país, y no digo que el presidente norteamericano, Barack Obama, esté apoyando el golpe, porque él es un prisionero del imperio”.
Con estas palabras, el Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, le volvió a exigir a Washington que adopte una posición más férrea frente al régimen dictatorial que tomó el poder por las armas en Honduras el pasado 28 de Junio: “retírenle el apoyo a ese régimen y permitan el regreso de Zelaya a su patria, junto a su pueblo".
Lo cierto es que luego que la Organización de Estados Americanos expulsara el pasado sábado a la nación centroamericana del organismo interamericano, debido a la negativa del mandatario de facto Roberto Michelletti de permitir el regreso al país del Presidente Manuel Zelaya, el margen de acción de aquellos países que buscaban aislar a los golpistas se ha reducido notablemente.
Sin dudas es más que saludable la rápida reacción que ha tenido la comunidad internacional para salir a repudiar el atentado contra la democracia cometido por las fuerzas armadas hondureñas. Esta acción conjunta fue clave para tender un “cerco asfixiante” sobre Honduras, una acción que a la postre busca que se le devuelva el poder al presidente elegido por la mayoría de los hondureños: o sea Manuel Zelaya.
Aislados por completo del conjunto de la región, el régimen de Micheletti hasta el momento sólo ha logrado sobrevivir gracias a la actitud vacilante que ha adoptado el principal socio comercial de Honduras: Estados Unidos.
Finalmente, y luego que los medios describieran la violenta represión de las fuerzas armadas- que dejo un saldo de dos muertos y decenas de desaparecidos- sobre los miles de hondureños que fueron a recibir el pasado domingo a Zelaya al aeropuerto Toncontin, el Departamento de Estado norteamericano anunció que no se reunirá con los emisarios del régimen militar.
"No sabemos si vienen, pero si esta delegación representa al régimen de facto, el Departamento de Estado no los recibirá, quiero decir que este es un régimen que no reconocemos", afirmó enfáticamente el vocero Ian Kelly.
El funcionario a su vez anunció que en el día de hoy el Presidente constitucional, Manuel Zelaya, arribará a Washington para entrevistarse con la Secretaria de Estado Hillary Clinton.
Para finalizar Kelly rechazó el uso de la violencia como método para “concretar cambios políticos” y a su vez deploró el uso de la fuerza por parte de militares hondureños contra manifestantes que se manifestaban a favor del restablecimiento democrático en Tegucigalpa.
El encuentro con Clinton sin dudas representará un verdadero espaldarazo para Zelaya. En esa reunión, se espera que la “mano derecha” de Barack Obama- en consonancia con lo sucedido en la OEA y en la Organización de Naciones Unidas (ONU)- condene al golpe militar ocurrido en Honduras y exija “la inmediata e incondición” restitución de Zelaya como Presidente de la República.
En caso de materializarse este anuncio, el régimen de Micheletti quedaría extremadamente debilitado, ya que si Estados Unidos decide suspender la ayuda económica, esto puede llegar a significar un golpe letal para la ya alicaida economía hondureña.
Cuando fue consultado por la prensa acerca de esta situación, Manuel Zelaya manifestó su alegría por el hecho de que la administración del demócrata Barack Obama finalmente haya decido sumarse a la campaña lanzada por la comunidad internacional en defensa de la democracia en Honduras.
Para finalizar, el Mandatario remarcó que- no obstante los deseos de los golpistas- tarde o temprano finalmente va a regresar a Honduras: “En eso no debe haber duda, ahora que no les voy a decir cómo, porque entonces se preparan. Pero me pueden esperar en cualquier municipio o en cualquier departamento".
Zelaya comentó que los esfuerzos por su retorno por parte de sus seguidores "no serán en vano" y prometió que las muertes de dos manifestantes ocurridas el pasado domingo no quedarán en la impunidad.
“Se puede seguir luchando con acciones pacíficas, como la desobediencia civil, huelgas y marchas. Pero siempre sin violencia, pues yo no he dado el golpe, los que usaron la fuerza de las armas para tomar el poder son ellos", afirmó enfáticamente el Presidente constitucional hondureño.
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