Diarios en Bicicleta.
El Presidente Evo Morales, luego de entregar el pasado jueves 11 de septiembre fondos para la construcción de un hospital en la ciudad de La Paz, se refirió al estado de violencia en Bolivia propiciado por los prefectos de la medialuna. "Vamos a aguantar, pero compañeros, la paciencia tiene un límite... De verdad, esperamos que las instituciones correspondientes puedan juzgar a algunos elementos que están en contra del Estado boliviano".
Aunque reiteró su predisposición a iniciar un proceso de dialogo con los prefectos “sediciosos”, para así alcanzar un pacto fiscal que permita la redistribución exitosa del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), el Jefe de Estado enfatizó que garantizará la defensa de la democracia y la unidad del país, frente al “golpe de estado cívico-prefectural impulsado por los cinco Prefectos y cívicos opositores”.
Morales recodó que durante la implementación del modelo neoliberal, los distintos gobiernos de turno utilizaron el Palacio Quemado para atentar “contra la democracia y los procesos de cambio. Ahora esos grupos se van a las regiones, desde ahí demostrando su actitud antipatriótica, atentan contra el patrimonio del Estado, del pueblo boliviano, como el ataque a los campos petroleros que son de todos los bolivianos".
Para finalizar, el Mandario repudió el atentado cometido por grupos opositores al gobierno contra un gasoducto en el sur de Bolivia, un hecho que llevó a que se tenga que reducir en un 10 % la exportación de gas natural boliviano a Brasil.
Evo Morales se mostró dispuesto a no extender el estado de sitio a otros departamentos, siempre y cuando cesen los atentados de los manifestantes cívicos. Fte: casaamerica.es
“Esto representará al país una perdida de más de ocho millones de dólares por día, dinero que bien pudo ir a las Prefecturas, Municipios y Universidades”, sentenció Morales.
El Presidente Evo Morales no sólo manifestó su disgusto con las maniobras golpistas “medialuna”, las cuales son atentatorias del Estado de Derecho y apuntan a lograr un quiebre en la integridad territorial de la nación boliviana, sino que también apuntó sus cañones contra los desestabilizadores externos que pretenden derrocar su gobierno.
El centro de las críticas fue el Embajador de los Estados Unidos en La Paz, Philip Goldberg. Este funcionario, que se ha reunido varias veces durante las ultimas semanas con los prefectos “sediciosos”, es acusado por el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) de encabezar " la división de Bolivia”.
Ante esta situación, cansado de que el embajador se dedique a una tarea política-desestabilizadora- en vez de diplomática, Evo Morales decidió declarar a Goldberg como persona “no grata” y por lo tanto exigió su inmediato retiro del territorio boliviano.
Para profundizar aún más el conflicto diplomático, Washington respondió decretando la expulsión del Embajador boliviano en EEUU, Gustavo Guzmán.
El Palacio Quemado recibió la noticia con tranquilidad, ya que a pesar de las presiones de la Casa Blanca, el gobierno boliviano es consciente que tiene el respaldo de los demás países latinoamericanos en la cruzada que esta viviendo actualmente.
El canciller David Choquehuanca fue el encargado de notificarle a Goldberg la resolución adoptada por Evo Morales. Fte: Daylife.
Como era de esperarse, el Primero que salió a repudiar la actitud estadounidense hacia Bolivia fue el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Como gesto de “solidaridad con el pueblo boliviano”, el líder bolivariano ordenó el retiro de su país del embajador norteamericano, Patrick Duddy.
Otro país que sorprendentemente intervino en el asunto fue Honduras. A pesar que el Presidente Manuel Zelaya continua considerando a Washington como un “aliado”, su gobierno se negó a recibir las credenciales del nuevo embajador estadounidense.
“Buscamos ser solidario con los problemas que vive Bolivia, que se busque una solución al problema boliviano, con el fin de que se logre restablecer la paz…Asimismo estamos siendo solidarios con el Presidente boliviano, Evo Morales, que ha denunciado una intromisión de EE.UU. en su país”.
El Mandatario, cuyo país es el más reciente miembro de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), reconoció que sigue de cerca la crisis boliviana y por último abrogó para que “no haya intromisión” en el país sudamericano.
Ante el “golpe cívico-prefectural” en marcha, la comunidad internacional respalda fuertemente a Evo Morales.
“Realmente estamos muy preocupados por la situación que se vive en la hermana República de Bolivia, yo quisiera ratificar a nombre de Ecuador, como presidente pro tempore de la Comunidad Andina, todo el respaldo a la democracia de Bolivia, representada sin lugar a dudas por el presidente Evo Morales"
Estas palabras del Presidente ecuatoriano, Rafael Correa, bien podrían sintetizar la reacción de los líderes de la región ante la violencia fomentada por los prefectos de la “medialuna” en Bolivia.
En una conferencia de prensa en la sede de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) en Lima, Correa repudió "los intentos de desestabilización irracionales, que vienen de grupos perdedores de las elecciones recientes y que intentan un separatismo en Bolivia".
"América Latina, en el siglo XXI, no va a aceptar más (a un dictador como Augusto) Pinochet, no va a aceptar la Balcanización de la región frente a los grupos que ven que ya no pueden captar el poder político por medios legítimos y tratan por medio de la violencia, la desestabilización y el terror".
A pesar de haber tenido diferencias con Morales en el pasado reciente, el Presidente peruano, Alán García, también exigió el inmediato restablecimiento del orden en el territorio boliviano.
"Nuestro rechazo, naturalmente, a la violencia, nuestro rechazo a cualquier esfuerzo separatista que rompa la integridad de las naciones y nuestra invocación al diálogo para superar reclamos e impasses", enfatizó el Mandatario.
Pero no sólo los integrantes de la CAN salieron a respaldar la democracia boliviana, el próximo lunes 15 de Septiembre en Santiago de Chile esta prevista la realización de una cumbre extraordinaria de los países miembros de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur). El objetivo del encuentro es formular un documento, avalado por los Presidentes de toda Sudamérica, que siente una posición bien clara sobre la crisis boliviana.
Al respecto el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, afirmó que "esta es la respuesta que le damos al imperio...Vamos con esa visión de unidad y de responder como una sola voz y apoyar a Bolivia".
Chávez reconoció que en distintas llamadas realizadas a colegas suyos, les remarcó la necesidad de actuar “a tiempo, no después de que haya cinco o diez mil muertos en Bolivia, y después de que hayan derrocado a Evo”.
"Hay un golpe de Estado en marcha. Están tumbando a Evo en nuestras propias narices y eso va a generar un impacto terrible, una catástrofe en Suramérica…Que sepa el mundo, y Bolivia, y los fascistas de Bolivia, que no vamos a aceptar ningún otro Gobierno que no sea el de Evo Morales", exclamó el líder bolivariano.
Como se ve la comunidad internacional salió a respaldar fuertemente al gobierno democrático de Evo Morales y a condenar la actitud “sediciosa” de la medialuna. Lo único que faltaría para aislar aun más a los “cívicos” violentos, sería una declaración formal del Mercosur condenando las muertes de campesinos- en manos de grupos paramilitares presuntamente vinculados al prefecto Leopoldo Fernández- en el departamento de Pando.
Esto no sólo serviría para respaldar aún más a la mayoría del pueblo boliviano, sino también al gobierno de Evo Morales, el cual hace sólo un mes consiguió un 67 % de respaldo popular en el referéndum revocatorio de mandatos.
Ante las constantes muestras de solidaridad recibidas, el Presidente Evo Morales realizó una conferencia de prensa en el Palacio Quemado para agradecer el respaldo de la comunidad internacional ante la crisis que atraviesa Bolivia.
Hugo Chávez encabezó la campaña internacional de condena a la violencia separatista de la “medialuna” boliviana. Fte: Sondeoeconomico.com
"La solidaridad nos fortalece para seguir profundizando o consolidando la democracia boliviana, pero fundamentalmente este proceso de cambio, las transformaciones estructurales y sociales", afirmó el Jefe de Estado.
¿Principio de tregua?
Luego de varios días agitados, en donde murieron alrededor de 14 campesinos a raíz de una embocada presuntamente perpetrada por grupos paramilitares vinculados al Prefecto de Pando, la calma parece volver a Bolivia.
El Prefecto de Tarija, Mario Cossío, pareció darse cuenta que los casi 20 días de bloqueos, saqueos de instituciones estatales, violencia contra los militantes del MÁS en los departamentos del oriente, no contribuyeron en nada para reivindicar los reclamos autonomistas: sobre todo la devolución del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH).
Luego de más de 8 horas de reunión entre Cossío y representantes del Poder Ejecutivo Boliviano, el dirigente tarijeño reconoció que se sentaron las bases para el dialogo con respecto al conflicto por el IDH. Asimismo reconoció que una de las prioridades en la agenda es lograr la pacificación del país, para así evitar que haya más muertes.
Ahora el Prefecto se reunirá con los demás integrantes de la “medialuna” para debatir acerca de lo charlado en La Paz y traer una posición consensuada a la próxima reunión que se realizara el domingo.
El Viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic, se mostró optimista ante la oportunidad de lograr una pronta pacificación en Bolivia.
"Hay la voluntad de continuar con el diálogo, se ha logrado aperturar este mecanismo y una vez se hagan las consultas respectivas se continuará conversando. Se ha declarado un cuarto intermedio y nos vamos a volver a reunir el domingo".
Luego de los muertos del jueves 11 de septiembre, el conflicto entró en una suerte de tregua. Aún continua el estado sitio en Pando, el presidente Morales cree que si cesan los atentados no será necesario decretar esta medida en otros departamentos del oriente boliviano.
"Si los prefectos devuelven las instituciones, dejan de atentar contra el patrimonio del Estado y el pueblo, que son gasoductos y refinerías, no hay por qué pensar en ampliar a otras regiones del estado de sitio".
Para finalizar, Morales se mostró indignado por los delitos de lesa humanidad cometidos por sicarios contra campesinos indefensos: “ lo que paso en Cobija con metralletas, sicarios, narcotraficantes, brasileños y peruanos, operando al mando del Prefecto de Pando, es muy grave por cierto".
A pesar de remarcar que él nunca va a permitir que un militar o policía utilice armas de guerra contra la población, es más por esto las fuerzas del orden fueron sobrepasadas en varias manifestaciones y hasta tomadas de rehenes, la gravedad de lo sucedido en Pando sin dudas ameritaba una medida de tal naturaleza.
Matias Mongan
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