El clero rechaza a la nueva Constitución, alegando que es "inmoral" y atentatoria de las “buenas costumbres”.
El próximo 28 de Septiembre millones de ecuatorianos deberán concurrir a las urnas para decidir si avalan-o no- la Nueva Constitución Política del Estado redactada por la Asamblea Constituyente.
Por estos días en Ecuador el contenido de la Nueva Carta Magna está en discusión no sólo en los medios de comunicación, sino también en los bares, en las plazas de las ciudades, etc.
Por un lado la oposición ya ha expresado su rechazo a lo aprobado en Montecristi, debido a que consideran que se trata de una Constitución demasiado “hiperpresidencialista”. Mientras que los seguidores del Presidente Rafael Correa no ven con malos ojos que el Estado y el Ejecutivo tengan herramientas para intervenir en la economía, así –aseguran- se subsanaran los errores cometidos durante el “reinado neoliberal”: cuando el mercado era el encargado de regir los vaivenes económicos del país sudamericano.
En estos últimos días, la Iglesia Católica se sumó a la disputa en torno a la nueva Constitución. Alegando que se trata de una norma “inmoral” que deja abierta la puerta al aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, los integrantes de la cúpula esclesiàtica hicieron público su rechazo al proyecto constitucional aprobado el pasado 24 de Julio.
De acuerdo al presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Antonio Arregui, se trata de una “batalla de paz” que apunta a promover "una catequesis sobre las labores fundamentales de la vida".
Monseñor Arregui anunció el comienzo de una “batalla de paz”. Fuente: aci.prensa.com
Aunque las relaciones con el Presidente Rafael Correa están en un mal momento, Arregui aseguró que los obispos "evitarán cualquier tipo de violencia", pero sin renunciar al derecho de expresarse antes del referendo al que será sometida la Carta Magna el 28 de septiembre.
Ante la acusación de que la Iglesia forme parte de una campaña que busca boicotear a la Nueva Constitución, monseñor Arregui afirmó "no me siento dueño de las conciencias para decirles cuál tiene que ser su voto (en el referéndum de Septiembre), sino me siento en la obligación de servir a la verdad".
A raíz de estas declaraciones, el Presidente Correa acusó a la Iglesia de extralimitarse en sus funciones y asumir un rol claramente político. A su vez exhortó a los fieles católicos para que defiendan a la nueva Constitución en los templos.
Rafael Correa acusó a la Iglesia de formar parte de una campaña que busca boicotear a la Nueva Constitución. Fuente: ansa.com.ve
El secretario de Administración e Información Pública, Vinicio Alvarado, también se sumó a las críticas contra el comportamiento adoptado por la Conferencia Episcopal.
“Son los civiles quienes tienen que decir SI o No al referéndum de la nueva Constitución y no los curas ni sacerdotes en las Iglesias”.
Según el funcionario, desde el comienzo del gobierno de Rafael Correa los sacerdotes han acogido una actitud extremadamente crítica ante cada medida sancionada por el poder Ejecutivo.
“A todas las misas que he asistido, se pronuncian criticando al Gobierno, incluso desde el momento en que se propuso si se quería o no una Asamblea, ya pronunciaban que no era conveniente”, aseguró Alvarado.
Para finalizar Vinicio Alvarado enfatizó que al hacer público su rechazo a la nueva Constitución, la Iglesia excede “su ámbito de orientador en tema moral y personal de cada ciudadano”.
Matias Mongan
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