Uniendo las fronteras de Latinoamerica




8 dic 2008

Una mirada sobre la política exterior de Rafael Correa

Diarios en Bicicleta

Correa realizò una visita oficial de cinco dìas a Iran, donde firmò una docena de convenios petroleros, industriales, etc. Fuente: Afp

El presidente Rafael Correa, desde que asumió el poder el 15 de enero del 2007, dejó bien en claro que su gobierno iba a llevar adelante una política soberana defensora de los intereses geoestratégicos de Ecuador.
Una de las primeras muestras de que el Mandatario no iba a atar su suerte a ninguna de las potencias de la región; sobre todo a Estados Unidos, quien históricamente ha tenido fuerte preponderancia en territorio ecuatoriano; fue la decisión de no renovar el convenio que desde 1999 le permite a los marines estadounidenses tener el control de la base aeronaval de Manta.
"No vamos a perder absolutamente nada cuando se vaya la base norteamericana de Manta el próximo mes de noviembre, así haya algunos que nos acusen de que con eso va haber un rebrote del narcotráfico, esas son las farsas que hemos vivido…”, afirmó enfáticamente Correa.
Es más, el Mandatario latinoamericano en más de una ocasión ha denostado los efectos que produce el Plan Colombia, una política militarista que le permite a la Casa Blanca desestabilizar a todos aquellos países que se oponen a los designios de Washington.
"Ecuador es un país de paz, de justicia, de equidad; y ante la violencia del Plan Colombia, ante el militarismo que estamos viviendo, ante la guerra, nosotros respondemos con la paz".
A pesar de la intención de Correa de deslindarse del conflicto armado colombiano, al Presidente ecuatoriano no le quedó otra el pasado 1 de marzo que salir a defender la soberanía territorial de Ecuador luego que el ejército colombiano- en un operativo comando ilegal que violó todas las normativas del derecho internacional- diera de baja en la localidad de Angostura al número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Raúl Reyes.
Este hecho llevó a que Quito decidiera romper las relaciones diplomáticas con Bogota, asimismo el gobierno de Correa decidió profundizar la seguridad en la extensa frontera- de más de 640 kilómetros- que une a los dos países latinoamericanos, para asa evitar que ocurran nuevas incursiones de grupos armados colombianos: ya sea el ejército, los paramilitares, o la guerrilla.
Para intentar evitar que esto ocurra nuevamente en el futuro, la canciller María Isabel Salvador reconoció que recientemente se ordenó el desembolso de 200 millones de dólares para poder reforzar la frontera. Asimismo se está llevando adelante un plan para “devolver a las Fuerzas Armadas una capacidad operativa plena, se están comprando aviones, radares, etc.”
Con el objetivo de reforzar la política económica de su país, el Presidente Rafael Correa- quien cree que los problemas de seguridad con Colombia se deben a una “incapacidad o irresponsabilidad deliberada” del gobierno de Álvaro Uribe- emprendió el 4 de diciembre una visita oficial de cinco días a la República islámica de Irán.
De acuerdo a un despacho informativo de la agencia AP, los presidentes de Irán y Ecuador firmaron ayer en Teherán 12 memorandos de entendimiento relacionados con emprendimientos industriales, energéticos, petroleros, etc.
Luego de la firma de los convenios, el mandatario iraní, Mahmud Amadineyad, señaló que sus gobiernos lograrán triunfar “sobre la arrogancia de Estados Unidos”.
El propio Rafael Correa se sumó a las críticas de la política exterior estadounidense. Según su perspectiva, mientras hace una década toda la región latinoamericana estaba controlada por EEUU, el proceso sociopolítico que actualmente impera en América Latina se construye en base del antiimperialismo.
"Hoy en día las miradas han cambiado y ya no existe lugar para los radicalismo relacionados con EEUU…El establecimiento del equilibrio en las relaciones internacionales y la unión entre los países que no quieren estar bajo el yugo de los Estados Unidos es la única vía para salvar al mundo del imperialismo actual".
Para finalizar, el dirigente ecuatoriano no descartó que en el viaje a Irán- dado que allí la compra de armamento resulta más económica que en relación a otros lugares- se compren equipos militares para fortalecer las fuerzas armadas ecuatorianas.

La disputa con el gobierno de Lula

No obstante que ciertos sectores de la oposición a su gobierno argumentan que con esta visita a Teherán el gobierno ecuatoriano se va a distanciar aun más de los Estados Unidos, Correa afirma que su política exterior consiste en “ver hacia otros sectores, naciones…que tienen la voluntad política de acercarse a América Latina".
Además de estrechar vínculos con las potencias emergentes -China, Rusia, etc- que han vuelto a poner su mirada sobre el continente, la política exterior de Correa también se ha caracterizado por llevar adelante una férrea defensa de los intereses socioeconómicos de Ecuador.
Por ejemplo en estas ultimas semanas Quito anunció que implementara una auditoria general de la deuda contraída por Ecuador en las últimas tres décadas.
Como consecuencia de esta revisión, Rafael Correa decidió concurrir a un arbitraje internacional para impugnar una deuda de 243 millones de dólares contraída con el banco nacional de desarrollo económico y social brasileño (BNDES).
Esta decisión no cayó para nada bien en Brasilia, es más el gobierno de Lula da Silva decidió-como castigo- retirar a su embajador y suspender todas las inversiones que las empresas brasileras tenían pensado hacer en territorio ecuatoriano.
No obstante que lo único “malo” que ha hecho el Presidente Correa es defender los intereses de su país; es más el mismo alega que la deuda con el BNDES es “ilegitima” ya que todo el dinero en cuestión fue entregado a la constructora brasileña Odebrecht, quien finalmente fue expulsada de Ecuador por “incumplimiento de contrato”; distintos representantes del gobierno brasileño argumentan que su comportamiento puede llegar a marcar un “precedente” negativo dentro la región latinoamericana.
Según el presidente de la Comisión de Exteriores de Diputados de Brasil, Marcondes Gadelha, es necesario evitar que el presidente paraguayo, Fernando Lugo, "imite" a su colega ecuatoriano.
"Tenemos la impresión que la actitud de Rafael Correa puede estar generando un efecto dominó en la región, e influir en las decisiones del gobierno de Paraguay, afirmó tajantemente Gadelha.
Estos dichos pretenden evitar que Asunción lleve adelante una auditoria similar a la que se está llevando a cabo actualmente en Ecuador, ya que esto podría perjudicar los intereses de los organismos de préstamo brasileños, sobre todo los del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
Como conclusión tenemos que decir que el Presidente Rafael Correa parece haber dejado de lado la posición moderada que lo caracterizó durante sus primeros días en el poder. Actualmente su gobierno se ha sumado de lleno a la campaña comenzada hace meses atrás por un grupo de países soberanos, los cuales están luchando por construir un mundo más pluripolar, más justo, en el que no existan los imperialismos militaristas.

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