Diarios en Bicicleta
En medio de una gran algarabía, Mauricio Funes(izq)juró como el nuevo Presidente de El Salvador. Foto: Efe
El pasado lunes Mauricio Funes asumió como nuevo Presidente de El Salvador, poniendo fin a una hegemonía de veinte años del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
El periodista, quien fue electo el 15 de marzo representando a la ex guerrilla Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), decidió armar un gabinete integrado mayoritariamente por técnicos “capaces de sacar adelante al país en el difícil escenario socioeconómico actual”.
En el acto de asunción, el flamante mandatario volvió a remarcar que su modelo a seguir es el Brasil de Luiz Inacio Lula da Silva.
"Los empresarios tienen que perder el miedo al FMLN y a un gobierno de izquierda, pero la izquierda también tiene que superar los prejuicios que tradicionalmente ha tenido hacia los empresarios", afirmó enfáticamente Funes.
El nuevo jefe de Estado se esforzó por utilizar un lenguaje pragmático, con poca carga ideológica, para dar énfasis a su idea de que El Salvador va a salir adelante “si colaboramos todos”.
Como era de esperarse, el mandatario remarcó que buscará construir una relación de entendimiento con los Estados Unidos. Lo que no significa que el nuevo gobierno quiere formar parte de la égida de Washington, sino que Funes es conciente de que en ese país viven cerca de 2,7 millones de salvadoreños (cerca de la tercera parte de la población del país centroamericano), los cuales envían a diario remesas a sus familiares en El Salvador. A pesar de que con la crisis estas partidas se han contraído ostensiblemente, las mismas continúan representando uno de los principales ingresos para la economía salvadoreña.
Pero aunque Funes es conciente de que no puede arriesgarse a perder esa entrada de capital hoy en día, deberá tener cuidado para no dar cabida a los hegemónicos intereses estadounidenses.
En este sentido, la secretaria de Estado Hillary Clinton, quien concurrió al acto en representación del Presidente Barack Obama, ya evidenció su intención de mejorar las relaciones bilaterales en todos los aspectos, “incluso con la firma de un Tratado de Libre Comercio”. Es por eso que la cúpula de la administración del FMLN deberá estar muy atenta para repeler las posibles formas de dominación económica utilizadas por la Casa Blanca.
Primera medida: restablecer las relaciones con Cuba.
A pesar de que en su asunción Mauricio Funes prefirió utilizar un discurso pragmático, cargado de realismo, también dejó un espacio para comunicar anuncios de cambio con un fuerte valor simbólico.
Una de las primeras medidas que adoptó, una vez que se convirtió en el nuevo Presidente, fue restablecer de inmediato las relaciones diplomáticas con Cuba, rotas desde hace más de cincuenta años.
"El Salvador tendrá relaciones diplomáticas con todos los países de América Latina y esto significa que, de inmediato, se restablecerán los vínculos diplomáticos, comerciales y culturales con Cuba", expresó.
También remarcó el hecho de que a su asunción concurrieron Jefes de Estado que representan “modelos y experiencias sociales distintas que actualmente imperan en América Latina, y que pueden ofrecer ideas para su propia gestión”.
Recordemos que en el traspaso presidencial estuvieron presentes los mandatarios de Ecuador, Rafael Correa; de Paraguay, Fernando Lugo; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Panamá, Martín Torrijos; de Guatemala, Álvaro Colom; de Colombia, Álvaro Uribe; y de Chile, Michelle Bachelet.
El ex conductor televisivo volvió a dejar en claro que su principal modelo a seguir en el plano internacional es el proceso social liderado por Lula en Brasil, pero sorprendió a propios y extraños al resaltar la figura del actual Presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
"El presidente Obama probó que es posible reinventar la esperanza; y recuerdo que el presidente Lula demostró que se puede hacer un gobierno popular, democrático, con una economía fuerte".
Para finalizar, el flamante Presidente enfatizó que la crisis imperante en el país es consecuencia de la política neoliberal implementada por la “élite dominante" que gobernó El Salvador durante los últimos 20 años.
"La mayoría de los indicadores económicos muestran un deterioro general de la economía; por ello estamos lanzando una plan global anticrisis, para garantizar la estabilidad de la economía y aminorar los problemas sociales", añadió Funes en medio de estruendosos aplausos de los simpatizantes del FMLN.
"Hay que reinventar nuestro país creando un nuevo proyecto de nación que, al mismo tiempo, rescate la gran deuda social y acelere nuestro progreso humano y tecnológico", aseveró el Jefe de Estado, quien sin dudas desató una importante ola de esperanza en el país más pequeño de América Latina.
3 jun 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario