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8 jun 2009

Se profundiza la crisis sociopolítica en Perú

Diarios en Bicicleta
El reclamo indígena jaquea al gobierno de Alan García. Fuente: Archivo.

Desde que se desató el conflicto allá por agosto del 2008, quedó bien en claro que el gobierno de Alan García no tenía ningún tipo de intención en dialogar con las comunidades indígenas de la Amazonía peruana, las cuales se levantaron en pie de lucha para así protestar por la aprobación de decretos legislativos-sancionados en el marco de la implementación del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos- que ponen en peligro la inviolabilidad de los territorios ancestrales de las comunidades indígenas.
Al Presidente García poco pareció importarle que, de acuerdo al convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), los gobiernos están obligados a consultar a los pueblos indígenas antes de promulgar normas que afecten sus derechos ancestrales. Es más, el Mandatario decidió redoblar la apuesta argumentado que son los originarios los que deben “adecuarse al tiempo de modernidad y progreso que actualmente atraviesa Perú”.
La posición intransigente del Jefe de Estado llevó a que las mesas de negociación instauradas el año pasado fracasarán estrepitosamente, también hizo que los ánimos se caldearan aún más y que las comunidades indígenas de la Amazonía decidan radicalizar su protesta en pos de la derogación de las denominadas “Leyes de la Selva”.
La prepotencia del mandatario aprista llevó a que sea solo cuestión de tiempo para que el conflicto estallara y esto finalmente terminó ocurriendo el pasado viernes 5 de Junio, cuando miembros de la policía peruana intentaron desalojar por la fuerza a los miles de indígenas que estaban bloqueando la carretera Fernando Belaúnde en la provincia de Bagua.
A raíz de los enfrentamientos, aunque las cifras todavía no han podido ser confirmadas oficialmente, habrían muerto alrededor de 25 manifestantes y 9 agentes del orden.
“El gobierno ha decidido resolver el problema social, económico y político que actualmente vive el país, no en el Congreso, sino en el campo de batalla” afirmó enfáticamente en rueda de prensa el líder del Partido Nacionalista Ollanta Humala.
No sólo la oposición al gobierno de Alan García salió a repudiar la masacre perpetuada en la Amazonía, sino que miembros de la propia Organización de Naciones Unidas (ONU) salieron a rechazar la “masacre contra los pueblos originarios perpetrada por el gobierno de Alan García”.
En declaraciones a la radio Erbol de Bolivia, Elisa Canqui, vicepresidenta del Foro Permanente para Cuestiones Indígenas de la ONU, manifestó sentirse consternada por los sucesos recientemente ocurridos en Perú: "El accionar del gobierno de Alan García se traduce en masacre, esperemos que la preocupación internacional contribuya a que en el Perú se recupere rápidamente los derechos humanos".
Organizaciones indigenistas de tanto Colombia, como Ecuador, protestaron ante las embajadas peruanas en sus respectivos países para así exigir que cese el hostigamiento contra las comunidades originarias de la Amazonía.
A pesar del pedido de la comunidad internacional para que busque una salida dialogada que evite nuevos derramamientos de sangre, el Presidente Alan García decidió redoblar la apuesta y acusó- aunque eso sí, sin nombrarlos explícitamente- a los gobiernos de La Paz y Caracas de ser los impulsores del paro llevado adelante desde hace dos meses por los sectores indígenas.
“Hay una conspiración en marcha que busca fomentar el caos y la crisis para así evitar que utilicemos nuestras riquezas naturales (…) ¿A quién le conviene que el Perú no utilice su gas, que no encuentre más petróleo, que no pueda explotar mejor sus minerales? Sabemos a quiénes les conviene, lo importante es establecer los nexos de estas redes internacionales que han surgido para fomentar el desorden”, afirmó García desde Lima.
Como era de esperarse la respuesta a esta declaración no tardó en llegar. El ministro de Defensa de Bolivia, Héctor Arce, opinó que “es un acto incorrecto y desesperado el tratar de vincular o acusar al Estado boliviano sobre los luctuosos hechos que ocurrieron en Perú. No existe ninguna acción de injerencia del Gobierno boliviano, los datos están ahí, además es alejado con la frontera boliviana el lugar donde se produjo el hecho”.
A estas críticas se sumó la ministra venezolana para los pueblos indígenas, Nicia Maldonado, quien en declaraciones al canal de televisión VTV aseguró que lo sucedido recientemente permite comprobar que el Presidente Alan García “odia viceralmente a los pobres, odia a los pueblos indígenas de su país".
"Si a alguien todavía le quedaba la duda de cómo actúa el gobierno de los neoliberales, de los fascistas, ahí lo tenemos. Condenamos de manera categórica y absoluta este genocidio de nuestros hermanos de la selva amazónica peruana", afirmó enfáticamente Maldonado.

Una crisis que sin dudas traerá consecuencias

Alan García, al acusar un supuesto complot de Bolivia y Venezuela, busca distraer el foco de la atención pública para así tratar de pasar el socavón suscitado a raíz del reclamo indígena.
No obstante esto, la crisis desatada seguramente acarreará importantes consecuencias dentro del escenario sociopolítico peruano.
Jaqueado por índices por su escaso índice de popularidad, y a pesar que el ejército ha logrado por la fuerza restablecer el orden en la mayoría de los departamentos de la Amazonía, García en los próximos días seguramente realizará cambios dentro de su gabinete.
El principal blanco de las críticas por el momento es el primer ministro, Yehude Simon. A su vez el ex candidato presidencial de Perú, Javier Diez Canseco, añadió que lo sucedido en estos últimos días llevó a que “una buena parte del país considere que el presidente, con estos hechos de sangre, está moral y éticamente descalificado para ejercer la función de presidente de la República".
A pesar que la situación por el momento presenta una tensa calma, los sectores indígenas ya anunciaron que el próximo 11 de Junio llevaran adelante- de manera conjunta con los sindicatos más importantes del país- una “Jornada Nacional de Lucha" para así repudiar el accionar del gobierno de Alan García.
Como se ve el conflicto está lejos de apaciguarse, habrá que seguir con atención los próximos días para así saber como evoluciona la crisis sociopolítica desatada en el país latinoamericano.



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