Diarios en Bicicleta
Mauricio Funes llevó a que por primera vez en la historia un gobierno de izquierda llegue al poder en El Salvador. Foto: Archivo
“Soy el presidente electo de los salvadoreños. Este día ha triunfado la ciudadanía que creyó en la esperanza y venció el miedo. Esta es una victoria de todo el pueblo salvadoreño. En este momento Arena pasa a la oposición y en ese carácter como partido de oposición debe tener la seguridad que será respetada y escuchada. Mi gobierno estará inspirado por el espíritu de la unidad nacional”.
Mauricio Funes ya pasó a formar parte de la historia contemporánea de El Salvador. El ex presentador televisivo, candidato representante de la ex agrupación guerrillera Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el pasado domingo logró quedarse-con el 51 por ciento de los votos- con las elecciones presidenciales realizadas en el país centroamericano, terminando de esta manera con una hegemonía de veinte años del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista( ARENA).
En su discurso de celebración Funes le agradeció a los salvadoreños por haber concurrido masivamente a las urnas, no obstante la campaña mediática- que buscaba generar miedo dentro de la población- llevada adelante por el oficialismo.
Parafraseando partes del libro “El turno del ofendido” del escritor revolucionario Roque Dalton, el flamante Presidente electo señaló que de ahora en más comienza “el turno del ofendido, ahora es la oportunidad de los excluidos, ahora es la oportunidad de los marginados, ahora es la oportunidad de los auténticos demócratas".
No obstante estas proclamas que eran celebradas por miles de personas que salieron a las calles luciendo camisetas y banderas rojas, el color característico del FMLN, Funes se esforzó por remarcar que su futuro gobierno trabajará para lograr la unidad nacional y que él mismo actuara mediante un total respeto de los designios de la Constitución Política del Estado.
"Arena debe tener la seguridad de que será respetado y escuchado como oposición democrática, afirmó Funes, quien a su vez reiteró su deseo de trabajar en la construcción de una “economía dinámica, eficiente y competitiva" que a la postre permita edificar “una amplia base empresarial en el país”
Los desafíos que tiene por delante
Aprovechando el desgaste de ARENA, que hace veinte años se mantenía en el poder, Mauricio Funes logró canalizar la necesidad de”cambio” que exigían miles de salvadoreños.
Con un discurso mas moderado del que históricamente ha caracterizado al FMLN, el periodista de 49 años logró que la ex agrupación guerrillera llegue por primera vez al poder desde que se convirtió en partido político allá por el año 1992.
Pero más allá de la alegría por el triunfo, Funes es conciente de los retos que tendrá por delante cuando asuma el poder el próximo 1 de junio.
El Salvador, para muchos, actualmente es el país centroamericano que más depende de los ingresos que producen sus inmigrantes en territorio norteamericano.
Según cifras oficiales hoy en día 474.342 salvadoreños viven en Estados Unidos, pero sí contamos a los migrantes que se encuentran en situación ilegal esa cifra podría llegar a los dos millones de personas. Esta situación ha llevado a que las remesas se conviertan en un factor clave para la economía dolarizada del pequeño país centroamericano, es más hasta el año pasado las mismas constituían la segunda mayor fuente de ingresos del Producto Bruto Nacional (PBI).
No obstante esto la recesión de la economía estadounidense y el consecuente crecimiento del desempleo en EEUU, en poco tiempo seguramente llevarán a que decrezcan las remesas que los salvadoreños diariamente envían hacia el “pulgarcito de America”.
Siendo conciente que el panorama económico difícilmente cambie, Funes deberá ingeniárselas para intentar minimizar las consecuencias de esta situación en el sistema económico.
Otro grave problema que vive el Salvador hoy en día son las pandillas. Según estudios, cada día ocurren en el pequeño país centroamericano entre 10 y 12 homicidios vinculados con esta grave problemática social.
Tanto el FMLN como Mauricio Funes son concientes que las políticas de “mano dura”, implementadas durante estos años por los gobiernos de derecha, sólo sirven para profundizar aún más el problema.
Sin dudas que el nuevo gobierno deberá a partir de junio implementar un plan de seguridad adecuado para tratar de controlar a las “maras”, pero su tarea aún más importante sin dudas será poner en funcionamiento un esquema económico redistributivo que permita que alrededor de la mitad de la población salga de la pobreza. Al fin y al cabo esta situación de exclusión es lo que lleva a que hoy en día miles de jóvenes vean a las pandillas como una buena forma para edificar un futuro.
Primeros indicios sobre la política exterior
Aunque todavía es prematuro vaticinar las principales características que tendrá a partir de junio el gobierno del FMLN, Mauricio Funes ya dejó traslucir los primeros indicios de como será la política exterior del flamante gobierno electo.
"Yo dije durante mi discurso de proclamación como candidato a la presidencia (el 11 de noviembre de 2007) que si ganaba se iban a abrir relaciones diplomáticas con Cuba...y eso lo voy a hacer; en qué momento lo voy a anunciar, eso queda a discreción del presidente electo", afirmó el electo Jefe de Estado en el marco de una rueda de prensa.
Esta histórica decisión fue recibida con total beneplácito por la Habana, ya que el Salvador es el único país centroamericano que aún no mantiene vínculos diplomáticos con la isla caribeña.
Mauricio Funes ha evidenciado su admiración por las políticas sociales implementadas por el Presidente brasileño Lula Da Silva. Foto: www.esalmundotv.com
A su vez Funes también evidenció su intención de “estrechar” lazos comerciales con China y con Brasil. Es más el ex periodista, junto a su esposa Vanda Pignato (representante del partido político de Lula da Silva en Centroamérica), ya ha viajado en varias ocasiones a territorio brasileño para así interiorizarse más de cerca de los planes de combate a la pobreza y generación de empleos implementados en el país sudamericano.
Para finalizar tenemos que decir que no obstante en su discurso de asunción Funes reafirmó que su gobierno trabajará para cristalizar un proceso de cambio en El Salvador, o sea que intentará salir de la esfera de Washington para así crear un modelo político autónomo e inclusivo, el flamante Presidente electo enfatizó que- debido a la cercanía geográfica y su influencia en el aparato económico salvadoreño- trabajará en pos de alcanzar una relación madura con Estados Unidos
"La integración Centroamericana y el fortalecimiento de las relaciones con Estados Unidos serán aspectos prioritarios en nuestra agenda de política exterior".
Luego de años de golpes de estado y gobiernos de derecha que llevaron a que hoy en día más del 40 por ciento de los salvadoreños se encuentren por debajo de la línea de la pobreza, el pueblo de El Salvador apostó por el cambio. Sin dudas que el trabajo para Funes y el FMLN será largo y difícil, pero no imposible.
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