Los indigenas recibieron a Uribe con ataudes, en conmemoración de los màs de 1.250 drigentes comunitarios asesinados desde el año 2002. Fuente: AFP
De acuerdo a un informe de la Red Nacional Indígena, desde que el Presidente Álvaro Uribe asumió el poder en Colombia en el año 2002, alrededor de 1.250 dirigentes indígenas han sido asesinados en todo el territorio colombiano.
El documento resalta que el promedio de edad de los muertos oscila entre los 18 y 32 años de edad, asimismo la organización indígena denunció que como consecuencia de los desplazamientos producidos por el conflicto armado cientos de comunidades originarias están al borde de la extinción.
“Presidente Uribe, usted habla de los policías y militares de la patria, pero también le queremos decir que ellos son los que nos están asesinando. La seguridad democrática sólo ha acarreado muerte y destrucción", afirmó Mabel Andrade, vocera de la Red Nacional indígena.
Andrade hizo hincapié en que los pueblos originarios de Colombia se han levantado para así reclamar el fin de las ejecuciones extrajudiciales cometidas tanto por miembros del ejército, como por grupos paramilitares que aún continúan en funcionamiento.
"Como mujer y joven que soy debo decir que desde el 2003 han sucedido 15 masacres que han dejado 67 víctimas, ocho en el 2007 y siete en el 2008. Tres se les atribuyen a fuerzas del Estado. Hubo 317 detenciones arbitrarias de indígenas, campesinos e integrantes de sindicatos presentados como milicianos. Y los medios no tuvieron el espacio para publicar cuando fueron declarados inocentes".
Para intentar responder a estas denuncias, el Presidente Álvaro Uribe se reunió el domingo 2 de noviembre en el resguardo La María (Piendamò) con los principales líderes que encabezan la minga-jornada de protesta- indígena en el departamento del Cauca.
Ante el reclamo de las distintas organizaciones presentes para que desmilitarice los territorios pertenecientes a las comunidades originarias, Uribe enfáticamente señalo que en Colombia no existen no existen zonas vedadas para las autoridades.
Finalmente y ante los silbidos de la multitud que se encontraba en el lugar, el Mandatario terminó cediendo: “puede salir la fuerza pública de La María, pero si ustedes me garantizan que desde este territorio no se planearán taponamientos a la vía pública".
Luego de horas de discusión y ante la imposibilidad de poder encontrar una salida negociada a la crisis, el Presidente colombiano les propuso a los indígenas la instalación de una mesa de trabajo-la misma estaría bajo la tutela del Ministro del Interior, Fabio Valencia- para poder así encontrar soluciones que destraben el conflicto.
Antes de retirase de La María, Uribe les dijo a los más de 2.500 indígenas presentes que “ganan más con un gobierno que les expresa con claridad lo que piensa y puede hacer, que con uno que venga a engañarlos”.
Ante la falta de avances concretos, la protesta indígena sigue adelante
'Nos vemos en la minga que va rumbo a Bogotá'.
Con estas palabras los dirigentes de las comunidades originarias despidieron al Mandatario colombiano, lo que deja en evidencia que a raíz del fracaso de la reunión en La María la protesta indígena sigue adelante.
“No nos detendremos en esta resistencia pacífica hasta no ver la tierra libre de los opresores, las multinacionales y la militarización. Espero no sufrir represalias pero nosotros no somos enemigos del Estado, somos víctimas de este Estado. No hemos usado armas de fuego, ni explosivos, ni granadas con metralla o bombas explosivas como lo ha hecho el Esmad de la Policía y el Ejército", aseguró enfáticamente Feliciano Valencia, integrante de la Asociación de Cabildos del Norte del Cauca.
Por su parte Aida Quilcue, representante del Consejo Regional Indígena del Cauca, señaló que “el debate y la minga (movilización) continúan porque no hay nada claro”. Asimismo la dirigente le exigió a Uribe “el resarcimiento de su buen nombre”, luego de que el Jefe de estado denunciara que las protestas indígenas estaban siendo alentadas por miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Lejos de desgastarse con su reclamo en defensa de sus territorios ancestrales y los derechos humanos, ante la poca predisposición al dialogo de la Casa de Nariño, las organizaciones indígenas en estos días están barajando la posibilidad de directamente realizar una masiva movilización hasta Bogota.
Este lunes lo vamos a decidir…una marcha demanda mucha logística, pero ya hay gente lista para iniciar la caminata” afirmó en dialogo con la prensa Luís Evelis Andrade, Presidente de la Organización Indígena de Colombia.
A pesar de los embates intimidatorios del gobierno de Álvaro Uribe, los indígenas colombianos parecen estar dispuestos a ir hasta el final para poder así lograr que sean atendidos sus reclamos ancestrales.
Su lucha y sus reinvidicaciones ya han traspasado las fronteras. Hasta el mismo Presidente de Bolivia, Evo Morales, saludo a la movilización indígena. De la que dijo sentir respeto porque “es pacifica, sacrificada y pide reinvidicaciones sociales”.
Tal como paso hace dos meses en Perú, lo que sucede ahora en Colombia demuestra que los pueblos originarios de Latinoamérica parecen haberse cansado de tantos siglos de opresión. Miles de indígenas están saliendo hoy en día a las calles para protestar por el “despojo” de sus derechos milenarios, aquellos que les fueron arrebatados- a través de la fuerza- por el conquistador blanco.
1 comentario:
Estoy leyendo un libro de Carlos Martínez Sarasola que se llama "Nuestros paisanos los indios"; en el prólogo hay una frase que me conmovio y que ahora comparto con ustedes.
"... Será el momento en que nos demos cuenta que así como otros argentinos pueden apreder de nosotros, también nosotros aprender de los demás. De los paisanos guaraníes, por ejemplo; de nuestros chiriguanos de Salta, más exactamente. Ellos creen en la existencia de una "Tierra sin mal", una tierra justa y sin dolor. Durante generaciones enteras, durante siglos, la buscaron por todo el continente . Y así llegaron a nuestra territorio. Así se quedaron y se instalaron. El mito guaraní, vivo en la tradición, se confunde hoy con el objetivo de toda la comunidad argentina, que busca su tierra sin mal, que sabe que está bajo sus pies, en el propio suelo mancillado..."
Nuestros Paisanos los indios de Carlos Martínez Sorasola. Pág. 19.
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